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Me confieso, soy un goloso.

Me confieso, soy un goloso.

Tengo que admitirlo, tengo un vicio, una adición, soy un caprichoso y además no soy capaz de controlarme, cada vez que paso por una pastelería me paro a mirar el escaparate babeando y casi seguro que al final entro y salgo con alguna cosica que casi seguro lleva chocolate...

Hace tiempo, cuando no viajaba tanto, tenía mi pequeña ruta zaragozana de pastelerías favoritas, de ese modo, según me tocase visitar a uno u otro cliente en mi mente enseguida era asociado a una pastelería concreta con un producto exacto que siempre acababa mordisqueando por la calle. Hay gente que es incapaz de comer por la calle, pero si se trata de una pieza de repostería, yo voy dejando regero de migas por donde sea menester...

Recuerdo una pastelería en el barrio del Actur donde compraba unos buñuelos rellenos de chocolate deliciosos, si tenía que ir al centro, tenía mi pequeña tiendecita con unas napolitanas de crema con azúcar glass que servían con un puntito de microhondas que las hacía más apetitosas aún, si iba por San José tenía un obrador con cafetería incluida donde me pedía unos mini pastelitos que eran como mini croasanes, mini napolitanas, etc, en delicias no me hacía falta preguntar a nadie, a veces, lo confieso, aparcaba en un baden permanente por conseguir una lunita calentita, rellena de crema y de crujiente caramelizado por fuera, en el barrio de La Paz no tenemos clientes pero suelo pasar para ir al médico así que también tengo mi obrador favorito donde siempre que voy me pido unos croasanes rellenos de chocolate y cubiertos también de chocolate que curan to lo que puedas tener de enfermo, por detrás del Coso una ensaimada de cabello de angel, por la Gran Vía las napolitanas me las comía de dos en dos, a veces saladas, a veces una de crema y otra de chocolate, lástima que ya quitaron ese sitio de oferta dos por uno...

Ahora que viajo tanto, me estoy especializando en hornos de pan típicos de pueblecito, a veces debes buscarlos pues se esconden entre las viviendas normales, sin grandes letreros ni grandes escaparates pero con unas tortas de pueblo de quitarse el sombrero, las he comido de azúcar, de nueces, rellenas de crema, de cabello de angel, de finísimas láminas de manzana que chorreaban jugo según te la ibas comíendo... mmmmmmm, viajar que lindo placer.

La foto es del último experimento de tarta que he hecho con Alex, a sido divertido, he probado con una nueva receta de bizcocho base y echamos colorante verde al chocolate blanco para hacer hojas pá decorar (que no nos salió muy bien), por cierto, no conseguí dejar que se enfriara lo suficiente como para que el chocolate negro quedara solido...

4 comentarios

Jose -

Hebe: nos pierde el dulce, ;)

Patricia: no he querido nombrar ninguna porque seguro que me dejaba alguna, pero que me dices de las tortas de miel de Rivas (Ejea), de las de Caspe, de la trenza de Almudevar... un sin fin!

Delokos: duró más de 24 horas, quedó poco pero quedó, el chocolate una vez que endureció estaba para comerselo a bocaos.

delokos -

A ver, a ver...
La prueba de fuego...
¿El bizcocho duró más de 24 horas?...
Yo no soy muy dulcero, pero si me dejan, con tiempo suficiente, delante de un postre, eso sí, con chocolate...
¡Pues qué quieres que te diga!...
Un saludo..

patricia -

Jajajaja
Vaya laminero estás hecho...
Si te va tanto el tema de las panaderías de pueblo... en Peñaflor aquí cerquica tienes unas cuantas que te sacan los Tortos recien hechos...mmmm...
Y otra que me gusta es la que está en Vera de Moncayo en la carretera cuando subes para el Moncayo a mano izquierda... hacen un pan de pueblo, unos coquitos... buenoooooo
Y lo mejor del mundo es la de Biel... todo es casero y hecho en horno de leña, a mi me ecantan las tortas de canela o las que saben a anis...

hebe -

es q a veces una no se puede resistir, se lo q eso , jeje besos